Tuesday, June 21, 2011

LA TABERNA

Hace mucho, pero mucho mucho tiempo... vivía, en una calle sin nombre de un pueblo olvidado de un lugar de la mancha, cuyo nombre no es que no quiera acordarme pero es que no se,  en aquel lugar de un gran un país de un planeta desgastado de una galaxia muy muy lejana, un chico llamado Bobby.

Bobby era un tipo normal con una gran pasión - la cerveza. Bobby amaba la cerveza. Durante años, se dedicó a estudiar todos los tipos de cerveza hasta que pudo distinguir entre una lager, una pale ale y una stout con solo olerlas. Al ir perfeccionando su paladar, también se fue interesando en el arte ancestral de la elaboración de la cerveza... la mezcla perfecta entre cebada, malta y lúpulos más todos aquellos aditivos que le ponen toques personalizados... Bobby se jactaba de ser no solo un gran catador, sino también de dominar a la perfección el arte cervecero.



Cuando el paseo colón se le hizo muy grande, Bobby supo que era hora de salir a explorar el mundo... viajar... conocer otros tipos de cerveza que no se registran en los libros ni se encuentran en los supermercados ni en La Ultima Copa. Los años pasaron, y divagando por el mundo, y por completa casualidad y sin querer queriendo, Bobby supo de una leyenda... La mítica taberna de Chang Chong.

Supuestamente, era una taberna que quedaba 300 mts al norte del restaurante al final del universo... en una zona tan desolada, que muy poca gente llegaba, pero lo que llegaban nunca salían. Chang Chong era un viejo gruñón y callado, que sufría de migrañas explosivas, y que probablemente había vivido por más de 5000 años... pero aún tenía un cuerpo de solo 80.  Además, se decía que Chang Chong fabricaba una cerveza sin paralelo pero que solo se la ofrecía a un cierto grupo selecto de comensales. Bobby decidió que él tenia que ser uno de los escogidos.

Por lo tanto, Bobby inició una larga travesía de 3 décadas que lo llevaría a recorrer muchos mundos y conocer muchos personajes... de los cuales quizás hablaremos en otros momentos... hasta que un día, y casi por casualidad, se encontró frente a la mítica puerta roja de la taberna de Chang Chong.


Sin pensarlo mucho, Bobby entró.. y cual fue su sorpresa que ahí dentro se encontró a varios de los amigos que había conocido en sus andanzas por el mundo... la bruja, Pinocho, el bastardo suertudo, el fantasma amistoso y la mona peluda. Sin embargo, también reconoció a algunas de las personas que, aunque Bobby era un tipo que le llevaba traido a nadie, si Bobby se las encontraba caminando por la calle no estaría seguro si detendría su auto antes de atropellarlas... personas como el periodista majadero, la vieja HP y fumarola del Sentra café, la gata de cheshire y el bigotudo de Georgie Porgie puddin' pie (kiss the girls and make'em cry).
 
Bobby y Chang Chong se hicieron amigos instantáneamente... mucha química entre los dos... y al poco tiempo, Chang Chong lo contrató como administrador de la taberna... pero nada de la cerveza mágica... Chang Chong, aunque sabía bien porque Bobby había llegado hasta ahí, evitaba hablar del tema a toda costa... y cada vez que Bobby intentaba mencionar algo, Chang Chong lo ignoraba... y cuando volvía a insistir, le decía que no fuera necio... que no había cerveza mágica, que nunca habia habido y que ya lo tenía harto con el tema...
 
Sin embargo, Bobby, que no perdía detalle, empezó a darse cuenta que cuando llegaba el bigotudo, a quién Chang Chong llamaba su compa de mil batallas, el anciano se internaba en la despensa y le traía una jarra espumante de una cerveza rojiza... algo muuy diferente de lo que se servía normalmente... la cual el bigotudo engulle sin pensarlo dos veces... y sin detenerse a saborearlo...
 
Esto preocupó mucho a Bobby... quien contrario a su buen juicio, se trago su orgullo y fue a hablar con la persona que mas odiaba en el mundo - el bigotudo - para preguntarle sobre aquella cerveza especial que se le servía sólo a él y a unos pocos otros... y fue sumamente decepcionante saber que el bigotudo ni siquiera había notado que la cerveza era diferente... para él una cerveza era una cerveza y todas las cervezas sabían igual... Bobby lloraba de pensar que Chang Chong desperdiciaba su elixir precioso... su tesoro.. en aquel animal de monte.
 


Entonces, Bobby decidió usar la llave que Chang Chong le había conferido para entrar en la gran despensa y buscar el compartimiento secreto donde el anciano guardaba aquel tesoro... y busco y busco, hasta que por fin lo encontró... y cuando lo encontró no dudo en probarla... tenía un fino sabor amargo dulzón con un potente olor a cebada fina, ciruelas maduras y cerezas... quizás una de las mejores cervezas que Bobby había probado... pero era producto de un proceso artesanal con resultados impredecibles... Bobby sintió que él podía aportar mucho a la causa con sus conocimientos y experiencia y convertir un producto excelente en algo fuera de este mundo... en una verdadera cerveza mágica...
 
Ilusionado fue y le comentó sus planes a Chang Chong, quien reaccionó totalmente distinto a como Bobby esperaba... el anciano le despojó de sus llaves, cambió las cerraduras, echo a Bobby a la calle y le dijo que no volviera nunca a su taberna... Bobby cansado y confundido ... se secó las lagrimas, agarró sus chunches y se fue sin mirar atrás... volvió a su pueblo y se dedico a vender helados de mango cele.
 

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